viernes, 29 de febrero de 2008

Monomanía

Una furia excesiva inunda su ser. No fluye, se coagula. En el centro la ira congelada, aún late y toda su vida se va en ese latido constante que sólo una palabra conoce : No.

jueves, 28 de febrero de 2008

Migajas

No puede sostener una conversación, las palabras no encajan, son lanzadas al aire como se le tira pan a las palomas, porque sí, porque están ahí. Ni ella sabe lo que trata de comunicar, eso que la habita, ocupándola por completo. Pero quiere comunicarse. Tira desesperadamente las migajas al aire esperando que alguna sea recibida como lo que es : un último intento por hacer contacto con algo vivo. Las palomas la miran con los ojos siempre abiertos, moviendo la cabeza frenéticamente de un lado a otro, abriendo y cerrando el pico. Nada. Sigue tirando pan.
Un día desaparece y con ella su gesto inútil de tirar migajas al aire. Ninguna paloma visita su tumba, no sabiendo lo que es una tumba. Están todas en la plaza, abriendo y cerrando el pico.

lunes, 25 de febrero de 2008

Cariloqueando, Ricos & Famosos

En un rapto de algarabía infundada y subvencionados por el Progenitor, fueron todos a parar a la playa : el Progenitor, la M. del P., el Hermano, la Cuñada, los Sobrinos, y la Psicóloga Barata. Hicieron la vida de los ricos y famosos, aunque nadie los reconoció, salvo el Pato Lamas que no es famoso. En la playa se mezclaron con la otra gentuza de dinero y distinción y comieron choclos con manteca y se tomaron las coca-colas frescas fresquitas. Hicieron señas obscenas al heladero para llamar su atención perdiendo con ello status y dignidad. Igual nadie los miraba. Pasaron papelones cenando en los restaurantes chic del lugar donde los Sobrinos tiraron copas y cubiertos e hicieron bullicio del tipo que se espera de los niños en este tipo de lugar top a esta altura de la temporada. La Sobrina los amenazó a todos a los gritos con pegarles patadas de caca de pedo. La M. del P. acusó a la mucama de tirarse un pedo mientras limpiaba el palacete. Nadie tomó en serio sus palabras, salvo, quizás, la mucama en cuestión.

Con gran gesto aventurero subieron todos a la 4x4 del Progenitor y anduvieron por las dunas sacudiéndose al ritmo universal de la arena ondulante. Hicieron picnic en playas desiertas, mirando al mar, que se les presentaba amarronado y revuelto, con desconfianza. La Sobrina lo resumió para todos diciendo "esto es una porquería", riéndose locamente de alegría al poder usar apropiadamente la palabra. Todos rieron con ella (sospechando un fotógrafo de Gente escondido tras las dunas) y comieron sandwichitos con mayonesa y arena.

La Psicóloga Barata sufrió depresiones severas, a las que nadie hizo caso por ser esto algo esperado de semejante mente laboriosa. Sospechosamente salía de todas ellas al acercarse la hora del asadito. Después de comer se largaba a hablar con ánimo desenfrenado de cuestiones existenciales no acordes al vacacionar y por esto le fue sugerido más de una vez hacer una sesión de Winnie Pooh con la Sobrina hasta que las dos quedaban sedadas y adormiladas por las aventuras del antes mencionado Pooh y sus amigos.

Al tercer día les llovió y sintieron en carne propia lo que es que se termine el mundo. Se sintieron traicionados, extorsionados, acabados por las jugarretas del despótico clima de la costa argentina. Lo primero que hicieron fue bajar a la recepción y pedir ya sea a) que pare la lluvia y les devuelva propósito y lo qué hacer, o bien b) que el hotel les haga una rebaja correspondiente al clima. El hotel, después de sopesar el asunto atentamente, decidió que lo primero era más factible. Así fue que paró de llover y salieron todos a los saltos llevando su heladerita repleta de bondades hacia la playa todavía húmeda. En la playa fue la fiesta, todas las gentes de clase y distinción se saludaron locamente chocándose unos contra otros en busca de sombrillas y reposeras. Revoleaban brazos y piernas y se abrazaban con sus vecinos moviendo las cabecitas como si el cuello no pudiera sostenerlas adecuadamente. Pero todo tiene un límite y nadie compartió el contenido de las heladeritas portátiles, a pesar de que la Sobrina gritara a todo pulmón "Hay que pompartir! A pompartir todos!" sacando las medialunas y budines, los salamines y quesos en un arrojo de generosidad. Fue llamada al orden y la civilidad por la Psicóloga Barata quien manoteó bruscamente una botella de Stella Artois y se la llevó al pecho en un gesto casi patriótico.

Todos coincidieron en que todo era "espectacular". A la Psicóloga Barata le hubiera gustado hacerles notar la existencia de otros adjetivos calificativos, pero no se atrevió a irrumpir en la espectacularidad del mejor de los mundos posibles. Tampoco olvidó que vivía del subsidio ajeno.

Así pasaron los dias y las noches de esta gente afortunada, entre salamines, arena y amenazas de patadas de caca de pedo. Pero todo vacacionar tiene su fin y así fue como esta linda gente tuvo finalmente que pegar la vuelta, no sin antes lanzar un "espectacular" al firmamento estrellado de la última noche cariloquense.

sábado, 16 de febrero de 2008

João Pessoa (dedicado a Philio)

Ciudad costera al nordeste del Brasil, "donde primero sale el sol en toda Latinoamérica", según mi agente de viajes. Hermosas playas, etc., etc. Palmeras de verdad, con cocos de verdad. Los morenos, también de verdad, no importados por el gobierno de los EEUU para demostrar que no son racistas. Poco turismo internacional, para desgracia de los que no hablan el portugués y quieren hacer amigos y fogatas en la playa, etc. No se habla portuñol como en el sur. No intente hablarles en francés, hablan portugués. Todo tipo de actividades a realizar, aunque no sé cuáles.

Si se es falto de imaginación se puede ir todos los días a la playa a tomar cerveza y leer - igualito que en casa, pero con las olas y el viento y, si se está con ganas, algún que otro sucundúm sucundúm. A propósito de este último puedo decirles que no es nada difícil de conseguir dado que los brasileros del norte (como, según dicen. los del sur, en fin, los brasileros) son muy liberales en su expresión libidinal y siguen una rutina clara y lineal. Si se es joven y fémina usted será abordada casi religiosamente por setentones en vías de extinción y el siguiente discurso le será regalado con ánimo de fiesta : " usted muy bella, yo muy viejo ", como si de alguna misteriosa manera lo primero justificara lo segundo. Si usted no se encuentra con ganas de galopar burro cansado dirá estúpidamente y contradiciéndose : " eu nao falo portugues ", ansiosa por desembarazarse del viejo don juan pero feliz de poder practicar la única frase en portugués que conoce. A este craso error de táctica le seguirá el hecho inevitable del viejo sentado a su mesa, mirándola fijo y repitiendo la fórmula mágica "usted muy bella, yo muy viejo". Nada, a partir de ese momento, detendrá a estos intrépidos galanes. La gran mayoría vive frente a la playa y sin perder tiempo se lo harán saber. La invitarán, de la nada, a "ficar" con ellos. Cuidado amiga turista! Ficar tiene un doble significado : puede ser tanto quedarse, morar, como un preludio al acto amoroso. Todo este acoso incesante sin embargo tiene su lado positivo, escapando al vejestorio usted irá saltando de playa en playa y todas son iguales y en todas hay un viejo acechando detrás de una palmera.
El resto de la población es simpática y tiene cosas que hacer.
Se recomienda llevar protector solar y calzado cómodo.

viernes, 15 de febrero de 2008

Mi día Sin Valentín

La verdad que me la pasé regio. No está nada mal esto de estarse soltera. Para qué quiero una caja de bombones a medio derretir? un ramo de flores que después de un golpe de calor se marchitan antes de meterlas en el florero que no tengo? llamaditas intrépidas durante el día que interrumpen mi gran labor intelectual? que me levanten de la siesta para traerme toda la calor de la calle en un abrazo mojado? una cena a la luz de las velas que irradian más calor todavía? Y después dormir juntitos, pegaditos, hacer la chanchada y que se te peguen como sopapa cuando vos lo que querés es despatarrarte a lo Cristo abajo del ventilador?
En fin y para terminar, para qué quiero ser amada, honrada, venerada, para qué, si tengo mi propio blog?

jueves, 14 de febrero de 2008

Dulces sueños...

Apoltronada en medio de mi ser nauseabundo me pregunto preguntas del tipo existencial. No de las de enciclopedia, como a dónde voy, de dónde vengo, más bien del tipo de por qué, por qué, por qué?! Me entretengo con hipótesis que me aburren apenas son formuladas. Y así convulsa, confusa, me entrego a un letargo que me adormece en mi ignorancia de mí misma.
Hago mal?, me pregunto abriendo un ojo. Me duermo al instante y me sumerjo en sueños donde soy otra y vivo cosas que me son ajenas. Cuánta intensidad la que se vive en sueños! El cuerpo ágil se mueve conociendo cada paso de memoria. O bien entra en una parálisis sin sentido pero apropiada. La mente, entera y propia, o bien desgarrada por pasiones desconocidas, guarda su lugar sin buscar escapatorias. Y así el soñar nos enseña cómo vivir. Inconscientemente aptos.

martes, 12 de febrero de 2008

Si Duermes...

Despierta.
Y si está oscuro
no pienses que estás soñando.
No prendas ninguna luz.
Deja que tus ojos,
todos tus sentidos,
se acostumbren a la oscuridad.
Sólo así sabrás
reconocer un amanecer.

lunes, 11 de febrero de 2008

A guardar, a guardar...

No tengo nada contra los muertos (aparte del hecho de que se van para siempre, te abandonan, te enfrentan bruscamente con tu propia mortalidad y otras sutilezas por el estilo), tan sólo me gustaría que antes de morirse repartiesen sus pertenencias y las que sobran las junten, guarden, clasifiquen y manden al destino que mejor les parezca para que uno no lo tenga que hacer por ellos. Hay que ver la cantidad de cosas que dejan atrás! Algunas de las cuales te dejan boquiabierto pensando qué cornos?!! Por ejemplo, una calabaza de vidrio que pesa una tonelada. Qué cornos?! Una cantidad de copas de cristal de todos los tamaños que si uno las hubiera descubierto antes las usaba por lo menos para el velatorio. Y así con chucherías varias, algunas de buena calidad que hace que uno quede dubitativo sosteniendo el vaso, la bandeja, la cacerola, la...con todo el peso de la calidad y los recuerdos ya olvidados, como esperando la foto kodak que diga "y con esto qué mierda...?"
Después la culpa momentánea por haberse desembarazado de las tasitas de café (dos docenas), las servilletas que uno jamás vio en su vida (pero bordadas), el mantel que no se sabe si no será un juego de sábanas porque viene con funda de almohada pero es duro duro como mantel de muerto.
Esta tarea es agotadora tanto física como emocionalmente e insisto con que son "ellos"y no nosotros quienes deberían, con tiempo y no por eso perdiendo el optimismo y el amor a la vida terrenal, poner manos a la obra y así como se paga todos los meses la cuota para la jubilación futura, ir decidiendo de antemano el destino póstumo de sus pertenencias. He dicho.

sábado, 9 de febrero de 2008

El Viejo

Jadea al hablar, haciéndome pensar en el zumbido del viento anunciando tormenta. Los ojos fijos en su taza de café, o bien en algún punto más allá de mi cabeza, un poco a la izquierda. Fuma mis cigarrillos dejando su atado intacto, demasiado ensimismado como para tener en cuenta el concepto de propiedad privada. Tengo la impresión de que en cualquier momento se toma mi café, lo acerco cada vez más a mí, pero ya se enfrió, no voy a tomarlo. Sus ojos desorbitados me hablan de algún malestar existencial, pareciera que quieren salirse de la cara y hechar a volar alrededor de otras cabezas. Pero su voz es clara, un poco ronca; su discurso es apremiante.
“Es imperativo hacer algo al respecto”, dice, separando cada palabra como con miedo a que se peleen entre ellas, se pisen unas a otras, se mezclen en un baile insensato. Me pregunto qué es lo imperativo, al respecto de qué hay que hacer qué exactamente...no me animo a preguntar. Entiendo súbitamente que le tengo miedo. Nunca lo vi así. Nunca sentí esta necesidad de alejarme de él.
“Sabés Carlitos”, dice, la respiración entrecortada, “la vida es pura ilusión”.
Sonamos, pienso, cada vez que algo no le gusta todo es ilusión.
“Tu mamá y yo”- pausa – “tu mamá y yo...” Zas! Se está tomando mi café helado. Pobre viejo!
“El amor es también parte de la vida, pero a su vez es parte de nosotros, como un brazo”, calla repentinamente, pasan cinco minutos, los más largos de mi vida, “una pierna”. Aspira el humo de mi último cigarrillo, “Tu mamá y yo nos quisimos mucho”. Y mis cigarrillos, pienso con sarcasmo, también son pura ilusión supongo. Enseguida me arrepiento. Creo que no escuché lo último que dijo, algo acerca de más brazos y más piernas. Y de pronto la imágen se me viene a la cabeza : los brazos y las piernas de mis padres entrelazados en un abrazo – asqueroso, francamente asqueroso. Viejo de mierda, qué estás queriendo hacer? Dejame en paz con tus brazos y tus piernas. Hablá de una vez. Necesito una cerveza.
“Tu madre está cometiendo un grave error”. Su mirada queda fija en un punto del horizonte, probablemente visualizando el grave error de mi madre. Qué es lo que ve? Más brazos y piernas? Se me viene otra imagen a la cabeza. La puta! Para qué mierda vine? Ahora estaría en mi casa, tirado en la cama leyendo algún comic con personajes que no andan revoleando sus brazos y sus piernas a mansalva.
“Ese joven”, dice, manoteando mi atado de cigarrillos vacío, “ese joven es pura ilusión”. Ese joven! Algo se me da vuelta en el estómago y descubro que tengo hambre, que estoy cansado, y que ya no puedo escuchar más. “Mirá viejo”, me escucho gritar; enseguida bajo la voz y como en secreto le digo “ese joven tiene la misma edad que mamá, tres años menos que vos, y se casaron hace un mes. No sé si es ilusión o no, pero para mí fue bastante real, y ya tengo con lo mío”.
Se hace un silencio que creo va a matarme. Inesperadamente los ojos del viejo vuelven de donde sea que hayan estado y quedan fijos en los mios. Otra vez siento miedo, de él, pero también de mí. El viejo suelta una risotada, baja la mirada y dice tímidamente, “me parece que me tomé tu café. Estaba helado”. Mi cuerpo se afloja tan repentinamente que por un momento siento que me voy a caer de la silla.
“Sí viejo”, le digo riéndome, “qué servicio de mierda!”

viernes, 8 de febrero de 2008

Quietud

La audacia de quedarse quieto entre tanto ir y venir. Transpirar lo estático con cada falta de gesto. Gozar sin saberlo del sufrimiento, casi físico, que esto produce. Casi un arte marcial, filosofía de vida, fatalismo intransigente aunque espontáneo, involuntario. Perder la razón sin mover un dedo. Codearse con fantasmas que no se conoce; sentir profundamente la nostalgia por los conocidos, hace rato desaparecidos entre tanta redundancia. Y sin embargo seguir respirando, gesto último perdido en la infinitud del no ser.

Si lo habré intentado...

Si habré intentado poner fin a esta mi fatal condición. Hartos malabares y contorsiones extraje de mi escueta imaginación. En fin, lo que todos hacen lo intenté sin resultado alguno más que el gasto de energía correspondiente. Las manos semivacías me las ingeniaba para sacudirme el resto. Después la queja siempre a mano por la pobreza emocional e intelectual que seguía a cada sacudón. Si lloro sobre la leche derramada es porque tengo derecho : la derramé yo, para llorar después. Y así habré pasado días, años enteros practicando mi deporte favorito : quedarme sentada en el banco de los suplentes repitiendo bajito “que no me toque a mí”. Las veces que me tocó fui sublime, y me avergoncé. Roja como un tomate me escabullí de los aplausos y frases alentadoras de los que no saben nada de mí. Sabiendo yo misma tan poco de mí tampoco les creí. Pessoa se conformaba con un cigarrillo y una taza de café. Yo quiero tan sólo un cigarrillo, y la cura contra el cáncer.

Llueve sobre mojado

Estos días de tanta calor y falta de soplo me encontré hechada en la cama, sillón, piso, sobre algún amigo poco afortunado, recostada en ideas estáticas y circulares, ronroneando cancionsitas de baja estirpe, sin poner pie en el afuera, sofocada por tanto sol que perversamente alumbraba la oscuridad de mi alma ociosa y desrumbada. Todo para qué? Fatalidades : la otra noche al volver tarde a mi casa, en respuesta al comentario del taxista de "ahora a dormir"(los taxistas, padres sustitutos si los hay) largo un "y que llueva". Me encuentro al día siguiente con un cielo nubladón que amenaza tímidamente tormenta. Llega la noche y las gotas se deciden a caer. Finjo felicidad, alivio, prometo grandes gestos al dios de la lluvia y una mueca de éxtasis mal fingida ante la fresca que se avecina. Y hoy lo inevitable postergado: llevar la ropa a lavar, ir al supermercado, comprar pipeta antipulgas, pagar cuentas, visitar a quiensea donde sea que esté, hacer la tarea e ir al colegio. Nada de nada. Revolviendo entre viejas excusas encuentro la apropiada : qué lindo que está para dormir la siesta.

lunes, 4 de febrero de 2008

Nada

Todo está vacío de tanto que rebalsa. El llanto atragantado. Las horas infinitas y el tiempo me abraza, sofocando, como una tela de araña. A donde miro veo cenizas, de lo que no fue, de lo que podría ser y no tengo fuerzas para hacerlo ser, nacer, un aborto continuo de algo que ni siquiera sé si quiero parir, no sabiendo si existe o no en mí. No soy, me consumo simplemente.
Digo basta a lo que no está en mí, y a lo que está y me ensordece. Y el afuera, con sus ofertas y demandas, que me es ajeno. Triste discurso de un transcurrir vacío. Manos que buscan en la oscuridad de la falta. La ignorancia devorando todo. El transcurrir de los días manso como un rio que no espera más que llegar al mar y ser parte ya no de sí mismo. Los otros, siempre presentes y alejados de mí por mí misma. Y aceptar todo esto como una ecuación sin respuesta.

viernes, 1 de febrero de 2008

Dedicado a Alelo

extraído de una estampita : Oración por el Derecho al Aborto
Concédenos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Y danos la gracia de no ser ni vírgenes ni madres. Líbranos de la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para que seamos nosotras las que decidamos por nosotras. Ruega por que el poder judicial no haga suyos los mandatos de la iglesia y ambos nos libren de su misógina opresión. Venga en nosotras el derecho a cuestionar si es bendito el fruto de nuestro vientre. No nos dejes caer en la tentación de no luchar por nuestros derechos. Y concédenos el milagro de la legalidad del aborto en Argentina. Así sea.
(de a de veras que lo saqué de una estampita)
saludos Alelo, salud!