miércoles, 2 de julio de 2008

Crónica de un ex fumador

Día 3

No fumar me anula, definitivamente. Ayer no hice nada en todo el día, no escribí una sóla linea más allá de este diario estéril. Escribir me da ganas de fumar, leer me invita a fumar; caminar, cocinar, hablar, el silencio, todo, absolutamente todo me llama a fumar. Se es fumador o no se lo es; yo lo soy. O lo fui. Todavía no logro deshacerme de ese rasgo de mi personalidad. Soy escritor, de igual manera soy fumador. Cómo dejar de serlo sin dejar de ser por completo?Además, detesto estar de moda. Y lo cierto es que el que deja de fumar está de moda en estos tiempos que corren. Está de moda seguirle la corriente al sistema, hacerle caso al Gran Papá, y así estamos. Todo se prohíbe, menos lo importante. Cuando se prohíban las guerras, la prostitución, el abuso de todo tipo...ya está, esto se está convirtiendo en una apología del fumador. Estoy virando en sentido contrario al propuesto. Me dispuse dejar de fumar y es lo que voy a hacer. Llevo ya dos días “limpio”, como dicen los drogadictos en las películas yankis. Ja! Limpio! Qué ganas de ensuciarme todito de nuevo. Lo peor es que todavía no me atrevo a adentrarme en un café. Me van a ver la cara de fumador que todavía tengo y me van a sacar a patadas. No se puede tener cara de fumador, dedos de fumador, actitud de fumador. Atenta, incluso esto, contra la salud pública. Ahora no sólo tengo los dedos manchados de nicotina sino que además se me ha dado por comerme las uñas...los chicles y caramelos me dan nauseas. Dicen que cuando se deja de fumar se le siente más el sabor a las comidas. Yo no les siento gusto a nada, como por obligación, ni siquiera por hambre, sabiendo que me está vedado el placer de ...no voy a pensar más en eso que me está vedado. Pensaré en todo lo que me está permitido. No voy a pensar en nada. Y mañana será otro día.

2 comentarios:

Estrella dijo...

No hay ex fumador sin rebeldía, puteada, argumentaciones a favor y en contra. Si lo lográs, mi admiración será tuya.

mili dijo...

cuánto más crítica la situación del ex fumador más simpático me cae.