lunes, 21 de abril de 2008

Pedagogía IV: Reto

Inocentemente fui a buscar a mi hija al jardín. Allí me recibió una jauría de niños y una Seño mal contenta. Aparentemente mi hija es Rita la Salvaje, y ya no Ricitos de Oro. Expulsadas del Jardín del Edén. Mi chiquita pegó, pateó, escupió y mordió : todos los NO del mundo infantil regido por los adultos. Será por eso que el reto más grande me lo llevé yo. Me retó largo y tendido la Seño, “señora, señora, su hija, su hija”. Y yo le ofrecí mi mejor sonrisa en un intento infructuoso por apaciguarla. “No puede ser”, repetía la Seño, moviendo sus brasos musculosos de un lado a otro, de arriba a abajo. Que se decida y eche a volar, pensé maliciosamente. Pero seguí sonriendo. No sirvió de mucho, pero realmente no se me ocurría qué otra cosa hacer. Después de todo, quién resiste una sonrisa? Aparentemente la Seño, acostumbrada a padres sonrientes y resignados. Pero la Seño no se resigna.
Apenas subimos al auto, Rita y yo, me preparé psicológicamente para retarla así como la Seño me había enseñado tan didácticamente. Mi hija me cortó en seco con un “Mamá, de dónde vienen las olas?”

4 comentarios:

DiegoS dijo...

me gustó ... Rita la salvaje !

Conjuro dijo...

Y más vale que le contestes... caso contrario te va a pegar, patear, escupir y morder.
Y seguirá siendo Ricitos de Oro.

Anónimo dijo...

sí conjuro, eso es lo irónico, siempre va a ser Ricitos, alias Rita, de Oro. Ay mi sobrina!

AleLo dijo...

jajajjaja y despues supongo que la puso de rodillas sobre maíz rezando el rosario no??