martes, 25 de marzo de 2008

Yo, mi Superyó y mi Otro yo

Hablamos sin cesar, parlotean la mayor parte del tiempo, todo por llenar un vacío que se nos escapa, que no puede ser llenado precisamente por ser vacío. Esto no lo ven, y nos desesperamos, yo, mi Superyó y mi Otro yo. Pero yo, yo estoy bien, son los otros dos, que me aturden y confunden y me ordenan y desordenan. No soy yo, son ellos. Uno quiere cosas imposibles, improbables; el otro, algo más imposible aún, que no escuche...mientras me habla! Es para enloquecer a cualquiera. "Hacé, haz, harás!", dice mi Superyó. "Ssshhhh", dice mi Otro yo, que no es más que mi cobardía enmascarada de otredad, según mi Superyó. Porque ambos opinan acerca de mí y del otro. No es esquizofrenia, es humanidad. Mi Superyó la aborrece, mi Otro yo la abraza, y yo, y yo...yo ya no la comprendo. Y cansa, cómo cansa.

2 comentarios:

Matias dijo...

Como siempre es un gusto pasar por su blog y encontrarse textos como éste. Y sí, ser humano y tener una psiquis cuesta y cansa.
Saludos

Anónimo dijo...

gracias matías, siempre un gusto sus comentarios.