domingo, 27 de enero de 2008

Soledad Delirante

A veces me pasa de detestar a la gente. No puedo evitarlo, la detesto. No soporto su manera de hablar, su forma de vestirse, los vozarrones, los comentarios pelotudos, las panzas abismales de algunos hombres, los culitos chiquititos y apretados de algunas mujeres.
Otras veces nada de esto me molesta, hasta me divierte. Lo acepto como se me presenta, como se presenta ante mis ojos.
Entonces soy yo, mi mirada, destructiva a veces, compasiva o tierna otras. Anhelante.
Pero no encuentro lo que busco, porque no tengo en claro lo que es.
Alguien que me llame la atención iluminando mi mirada, la música de un idioma que no conozco, la expectativa de un encuentro.
Pero no esto, esta nada que revuelve el estómago y lastima los oídos. Celulares por todas partes, conversaciones en las que no puedo ni quiero participar.
Sentada en este bar, el simple hecho de que alguien pida una gaseosa me enerva. Qué es una gaseosa? Algo que está más allá de mí, que se me escapa. Algo a lo que no accedo: pedir una gaseosa.
La soledad con todo su poder de restricción.
Y cómo salir?

7 comentarios:

Opadromo dijo...

Una grata sorpresa su texto, monona.

Anónimo dijo...

gracias opadromo, siempre tan caballero.

Matias dijo...

"Sólo salgo para renovar la necesidad de estar solo" ( Lord Byron)

A todos nos pasa de vez en cuando...

Anónimo dijo...

tal cual lo del Byron.

a mí me está pasando seguirola...ya me veo casada con un viejo panzón, y bue...si me habré tomado unos drinks con más de uno.

DiegoS dijo...

estás muy bien.

Conjuro dijo...

Cómo salir? Todavía no estoy seguro, pero si lo llego a averiguar, escribo un libro a la Bucay y antes de irme a España a promocionar el plagio, te mando uno de regalo.

Anónimo dijo...

dio en el clavo conjuro...me voa poner a leer al Bucay...después le escribo una carta, termino casada con el Bucay y le hacemos juicio por plagio a ud. y nos llenamos de plata. Un nuevo panorama se abre ante mis ojos...