sábado, 19 de enero de 2008

Cena en Familia

Cuando no es placentero: lo ideal y necesario es salirse de uno mismo y concentrarse en los demás como si fueran lo más ajeno y fascinante que uno jamás haya visto. Así, me intereso intensa y brevemente por lo que tiene para decir cada uno de los comensales - y todo lo encuentro maravilloso. Me concentro en cada detalle de sus vestimentas y peinados, en sus gestos, sus preferencias por esta comida o aquella bebida - y todo lo acepto como se acepta un árbol. A todo digo que sí y hago de cuenta que estoy en una academia de buenos modales.
La cena terminada, me sentiré libre y pura como quien no se contaminó rechazando lo inevitable; o como aquel alumno que, no prestando atención a la lección, se fue sin desaprender nada.

2 comentarios:

Opadromo dijo...

en mi casa todo es más fácil porque está el televisor. como mucho comentamos algún crímen o algo así.
saludos.

Anónimo dijo...

bueno, es lo mismo, es salirse de uno mismo y prestar atención a otra cosa, sino se sufre en demasía y se le atraganta a uno el vegetal.